Mi historia

Hola, soy John Asski. Mi trayectoria no es la de un emprendedor típico. Como ingeniero aeroespacial, siempre me han fascinado las soluciones innovadoras. Pero mi mayor desafío, y en definitiva mi mayor logro, no fue la ingeniería, sino mi batalla personal contra el tabaquismo. A los 44 años, mientras me preparaba para ser padre, me enfrenté a una realidad alarmante: mi salud estaba en peligro debido a mi adicción al cigarrillo.

Esta constatación desencadenó una búsqueda incesante de una solución. Me sumergí en una investigación exhaustiva, explorando técnicas de respiración y métodos alternativos para vencer mi adicción. Vapeo, parches, chicles de nicotina, hipnosis, acupuntura, meditación, grupos de apoyo... Probé todo, pero nada parecía funcionar. Era frustrante, pero cada fracaso solo fortalecía mi determinación.

Fue en ese contexto cuando empecé a desarrollar un prototipo, un tubo de acero . A pesar de su potencial, era demasiado pesado, tenía un sabor metálico y su tamaño no era el óptimo. Pero el fracaso no era una opción. Convencido de la importancia de mi idea, tomé una decisión radical: dejar mi trabajo estable y poner rumbo a Alemania, apenas unos meses antes de la fecha prevista del parto de mi mujer, para colaborar con artesanos en la versión final de mi invento.

El trabajo en Alemania fue intenso y exigente. Tras semanas de colaboración e innovación, creamos la primera versión de Breathlace. Probar el producto y ver resultados significativos desde el primer día fue un momento de triunfo. Supe entonces que tenía algo especial en mis manos, algo que podía cambiar vidas.

Hoy, como fundador de Bystana, me enorgullece liderar una empresa que es más que una marca: es un movimiento. Nos dedicamos a ayudar a las personas a superar su dependencia de la nicotina y a combatir el estrés y los trastornos alimentarios relacionados con dejar de fumar. Como padre de dos hijas extraordinarias, vivo cada día con gratitud y pasión. No solo he dejado el mundo de la ingeniería para dedicarme a Bystana, sino que también he superado mi adicción. Ya no fumo y ya no necesito mi propio producto. Mi nueva pasión por correr me ha llevado incluso a prepararme para un maratón en Australia en 2024.

Mi misión con Bystana es clara: ofrecer esperanza, apoyo y una solución tangible a quienes luchan contra la adicción. Soy la prueba viviente de que, sin importar los obstáculos, con determinación e innovación, es posible transformar tu vida.